Un día en casa de mis
abuelos bajé con mi madre y mi tía a echarle de comer a los
caballos. Allí había tres caballos. Yo solo tenía 4 años. Tras
echarle de comer, estuvimos dándoles un paseo por el campo. Mi madre
me dejó montarme en una de las yeguas llamada Duquesa. Ya montado,
mi madre me dio explicaciones sobre como girarla hacia la derecha y
hacia la izquierda, adelante y atrás. Era muy divertido. Así empecé
a montar a caballo, aunque no fue tan fácil como parece. Estuve un
año y medio aprendiendo a montar. Ahora monto con más facilidad,
aunque mi preciada yegua Duquesa murió por causa natural. Ahora
enseño a mis hermanos a montar. ¡Y lo hacen de maravilla!, con otra
yegua pero lo hacen muy bien.
ALEJANDRO.D
Había una vez un niño llamado gaspar melchor de jovellanos y a él lo que mas le gustaba era leer y estudiar. De mayor quería
ser juez porque le gustaba la paz. Un día cuando llego a casa, su
madre le dijo que no podía aprender porque habían tenido que vender
los libros para poder pagar la hipoteca. Gaspar se puso muy triste y
se fue al bosque. Cuando iba a oscurecer Gaspar se quería ir a su
casa pero…. No sabía por donde, así que empezó a llorar y a
llorar de repente apareció delante la una senda y Gaspar la siguió.
Se encontró con un hada y le dijo: si piensas en la justicia
aprenderás más de lo que lees. Gaspar pensó, llegó a su casa y
vió que no había pasado el tiempo así que en vez de leer, aprendió
a pensar y entonces le llamaron “Baltasar Melchor Gaspar María de
Jovellanos”.
MARTA MARTINEZ
TEXTO DIRIGIDO
Un día fui a los cerros de Castillejar con mis primos y fuimos andando mi padre fue con el coche nos subimos a la punta de un cerro y nos encontramos fósiles y los cargamos en el coche, de lo que más nos llevamos fue de espejuelos y piedras así.
Después nos fuimos a otro sitio y cuando mi padre vio el maletero nos dijo que nos llebaramos nada más que unas poquitas piedras.
Llegamos a mi casa y cenemos allí nos fuimos al garage y cogimos le bate de béisbol, mi primo Dani copio un limón y se lo tiro a mi primo Carlos que tenia el bate y le dío al limón entonces mis primos y ya empezamos a tirar limones y naranjas. Al día siguiente compramos petardos, encendimos un atraca y la tiramos por una chimenea que esta
ba echando humo. ¡Nos lo pasamos muy bien!
Arturo
GALICIA
Hace dos años yo y mi familia íbamos a Francia, el vuelo era muy confortable, de repente el piloto gritó -- ¡pónganse los chalecos! ¡Mai day! Todos gritamos poniéndonos los chalecos. ¡Vamos a morir, ayuda! De repente … Ploff chocamos contra la orilla de Pontevedra. Todos nos preguntamos si estábamos bien solo nos hicimos pequeñas heridas, pero no fue nada. A nuestro lado un señor nos preguntó ¿Estáis bien? y dijimos que si, pero … si era el gran Gonzalo Torrente Ballester. Le preguntamos de camino a un hotel en Galicia ¿Nos puede decir cosas sobre la Guerra Naval? Y dijo –vale. Estuvimos casi todo el día hablando con él. Le invitamos a comer y dijo ¡Pués claro! ¿Y a dormir? ¡Vale! Al día siguiente nos llamaron para terminar nuestro vuelo a Francia. Al final decidimos que no queríamos ir a Francia, y nos quedamos en Galicia dos semanas con Torrente Ballester. ¡Todo fue muy divertido! Volvimos en tren, por supuesto.
Alejandro D.
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